Alguien tiene que cantar

Es necesario el pan para la vida. Pero también el canto.
Es necesaria la seriedad en la vida. Pero también el buen humor.
Es necesario comer. Pero también sonreír.
Es necesario trabajar. Pero también saber descansar.
Es necesario estar juntos. Pero también tener un espacio personal.
Es necesario estar con los hijos. Pero también el dejarlos solos.
Es necesario vigilar a los hijos. Pero también confiar en ellos.
Es necesario madrugar. Pero no perder luego el tiempo.
Es necesario hablar. Pero dejar también hablar al otro.
Es necesario contar tus problemas. Pero también escuchar los del otro.
Es necesario tener buenos amigos. Pero tampoco no esclavizarte de ellos.

Es necesario corregir al otro. Pero también comprenderlo.
Es necesario ver los defectos del otro. Pero viendo primero sus cualidades.
Es necesario hablar con Dios. Pero también escucharle a El.
Es necesario hablar de Dios. Pero primero ser su testigo.
Es necesario hablar de la sinceridad. Pero primero hay que ser sincero.
Es necesario hablar de la amistad. Pero primero hay que ser amigo.
Es necesario hablar de la honestidad. Pero primero hay que ser honesto.
Es necesario hablar de la justicia. Pero primero hay que ser justo.
Es necesario hablar de la felicidad. Pero primero hay que ser feliz.
Es necesario llorar. Pero si luego sabes cantar.

Mientras alguien llora, alguien tiene que estar alegre.
Mientras alguien sufre, alguien tiene que cantar.
Mientras alguien cae, alguien tiene que estar de pie.
Mientras alguien lucha, alguien debe aplaudirlo.
Mientras alguien se va quedando, alguien debe animarlo a seguir.
Mientras alguien se queja, alguien debe consolarlo.
Mientras alguien duerme, alguien tiene que vigilar su sueño.
Mientras alguien pierde el sentido de la vida, alguien tiene que cantarle a la vida.
Mientras alguien está cansado de la vida, alguien tiene que sentir ganas de vivir.

Como en el desierto, mientras unos luchan por sobrevivir, “María ... tomó su pandero en la mano, y todas las mujeres salieron detrás de ella con panderos a danzar”. (Ex 15,20-21)
En la vida hay problemas.
Pero en la vida, no todas son provisiones, ni seguridades.
En la vida, también se necesitan quienes toquen los panderos e inviten a la danza.
En la vida se necesita gente seria.
Pero también se necesitan los payasos que nos diviertan.
En la vida se necesitan quienes corren en la pista.
Pero también quienes, desde las graderías, les aplaudan.
En la vida necesitamos las lluvias y fríos del invierno.
Pero también el despertar de la primavera y los calores y el sol del verano.

En la vida hay quienes ya viven desilusionados.
Pero también quienes cantan un futuro mejor.
En la vida hay los fracasados.
Pero también los que han triunfado por encima de sus fracasos.
En la vida hay los que yo solo miran al pasado.
Pero también los hay que miran al futuro.
En la vida los hay que todo lo ven negro.
Pero también quienes aún son capaces de ver colores en el mañana.

En la vida, alguien tiene que cantar.
Hasta que cantemos todos en el gran Coro de la alegría y la esperanza.

Tu amigo y hermano que también conoce de fracasos, pero sigue viviendo de esperanza en el mañana.
Clemente Sobrado C.P.